Con la cercanía de las elecciones departamentales, la
expectativa es recibir por parte de las comunidades políticas, una variad de
propuestas, que valoraremos al momento de emitir el voto.
Importante será lo relativo al bienestar social y la salud
ambiental, al tránsito y la conectividad, materias que seguramente serán discutidas
y defendidas ampliamente.
Dada nuestro perfil profesional, el tratamiento territorial pasa
a ser una temática de particular interés.
Aspecto que, generalmente descuidado, nos hace proclives a depender de
propuestas externas, públicas y privadas.
No tener planificación propia, basada en conocer las
potenciales fortalezas y debilidades del territorio departamental, nos pone en
riesgo de tener que improvisar. En ese escenario llegan y llegarán proyectos de
UTE, OSE, desarrollo forestal, intervenciones costeras, etc.
También serán importantes para planificar el territorio con
una visión y dedicación similar a la que un productor rural hace en su predio.
Está a disposición una herramienta que pocos países en el
mundo poseen, el mapa de suelos conocido como CONEAT, muy utilizado por los
vendedores de campo y poco en la planificación del territorio u Ordenamiento
Territorial. Uno de los logros del Ministerio de Wilson en los 60, poco utilizado
y defendido por sus correligionarios.
Tal vez un nuevo gobierno departamental se comprometa con una
eficiente gestión del territorio y poder hacer frente a cualquier desafío que
se le presente y mejor aún desarrollar ideas propias.
Así, por ejemplo, si el Ministerio de Medio Ambiente plantea
un proyecto para actuar contra la desertificación y la sequía, saber con
precisión donde están las prioridades. Donde están las áreas protegidas, no
solamente las ya reconocidas como los mares de piedra, monte nativo, grandes
humedales, dunas, sino también los pequeños humedales, blanqueales y porque no,
pastizales de alta diversidad.
Si el Ministerio de Ganadería plantea controlar un desmedido
avance de la forestación en tierras con potencial productivo diferente y mayor
valor social, tener respuestas concretas que incluyan nuevos desafíos, como
pueden ser, por ejemplo, alternativas de silvopastoreo, variables según la
distribución de los suelos del predio.
Si plantea planes de riego, conocer los sitios y rubros prioritarios,
así como el potencial en fuentes de agua, desde las de cursos de agua y
embalses superficiales, hasta las profundas con mayor riesgo de salinización.
Si hubiésemos tenido una valoración del proyecto Neptuno
original, de hace más de 20 años, que planteaba llevar agua hasta Aguas
Corrientes y tenía la alternativa de riego al sur de Ruta 1, tal vez hoy los
problemas serían menores, tomando agua más al oeste, de baja salinidad y
ocupando para la toma tierras erosionadas por las areneras.
Para el Ministerio de Trasporte, tener propuestas que
permitan avances y mejoras en la conectividad de tierras valiosas, más que en excesiva
y muchas veces mal diseñada señalización y luminarias, que favorecen a las
financieras. Hacer el máximo esfuerzo en recuperar el ferrocarril, boicoteado
desde 1984 en favor del transporte carretero, desde 25 de Agosto al oeste.
En política de costas, definir los embarcaderos seguros para
la pesca artesanal y una solución definitiva a Bocas de Cufré. Nuestra
caminería generalmente atraviesa los cursos y pocas veces los acompaña. Asimismo,
se llega al Río de la Plata en forma localizada, entorpeciendo la intercomunicación.
Relacionado con lo anterior, en materia de Turismo no solo
facilitar el acceso a la costa platense y sus balnearios tradicionales y
potenciales, sino también al campamentismo en nuestros cursos de agua.
Poner en valor el turismo histórico de la ruta del Éxodo y
del viaje de Larrañaga.
Un desafío de gran importancia para San José es mitigar las
inundaciones, que como sabemos afecta particularmente la capital y que
requerirá, además de acciones de manejo en la cuenca, obras desafiantes. Una
propuesta concreta fue planteada, durante el frenesí electoral nacional, por
parte del oficialismo. El sueño de Canela es viable si lo comparamos, por
ejemplo, con los gastos de urgencia de OSE.
Hacen falta objetivos desafiantes y para soñarlos y
pelearlos creemos en una mayor presencia de Alcaldías Rurales. Un buen abordaje
en ese sentido sería por cuencas como unidad administrativa, respetando el
circuito del agua.
Comentarios
Publicar un comentario