En estos días, hemos conocido la idea de un grupo de
instituciones, vinculadas desde diferentes perspectivas a la cueca del Arroyo
Mallada, con el objetivo de propiciar el uso cuidadoso y sostenible de su medio
ambiente, así como desarrollar diferentes actividades sociales en ese sentido.
El hecho de tomar como base territorial una cuenca, nos
parece muy alentador, ya que este es el sistema natural donde interaccionan
factores ambientales y humanos.
Además, esta cuenca representa la mitad de San José de
Mayo, donde más ha crecido la ciudad en los últimos 50 años.
Ya imaginamos las oportunidades que se irán generando
para el desarrollo de todo tipo de iniciativas.
En ese marco visualizamos sitios de gran valor, tanto
arquitectónico como histórico.
El puente de la vía férrea asociado a rieles que buscan
ser transitados al menos como senda peatonal, el más antiguo sobre calle Manuel
D. Rodríguez por donde posiblemente transitó el Éxodo.
Los diferentes humedales como el de la Escuela de Policía
con su incomparable monte de ciprés calvo.
También la oportunidad de generar conocimiento respecto a cómo funcionan las cuencas que alimentan al río generando inundaciones. Esto es dándole oportunidad a investigar respecto al escurrimiento del arroyo, con aforos que comprometan a estudiantes del Liceo 3 y su entorno y con el valor agregado de tener una Estación Meteorológica en las nacientes de la cuenca.
Hace 55 años me niciaba en el mapeo de suelos.
Uno de los primeros, junto a Leonel Falco, fue al campo del Penal de Libertad, donde se destacaba un edificio moderno , sin estrenar, ignorante de su futuro. Un solo preso iba a Libertad a hacer las compras.
El objetivo e aquella época era el mismo que se está planteando en estos días, la recuperación humana mediante el cultivo de la tierra.
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