Cuando
abordamos el mapeo de suelos del Cristalino, Zona CIDE 5, nos encontramos que
el límite con Zona 2 iba a ser difícil de establecer al norte de Minas. No así al
sur, muy nítido contra la Sierra de Ánimas.
Las
recorridas por esa franja del territorio, nos llevaron al desafío de tratar de
entender la geomorfología, condicionada por una geología ecléctica, como único
medio de plasmar unidades de mapeo consistentes.
Pudimos
establecer que el límite hacia el norte está marcado por la ocurrencia de
sedimentos cuaternarios limo-arcillosos pardos (lodolitas), que coronan lomadas
fuertes en Zona 5 y solamente pueden aparecer, raramente, como reducidos
coluviones en la 2.
Esas lodolitas se irán incrementando en
espesor hacia el oeste de Zona 5, siguiendo un plano inclinado, extenso glacis
originado en las antiguas montañas de Zona 2. Este va dejando relictos en las
cimas de las cuchillas, donde predominarán inicialmente sedimentos delgados con
ojos de agua en las “altas chatas” del Coneat 5.4, que se irán espesando en el
10.3 y el más potente y vértico 10.12.
Planicies altas chatas con ojos de agua
Al sur, el Valle
del Solís, encerrado entre Las Ánimas y las colinas cristalinas de Piedras de Afilar y Sierra de Mosquitos, hasta Ombúes de Bentancur por Ruta 108, con Cretáceo Inferior de Migues en la base.
Sus nacientes en las pintorescas Curva de la Muerte
y Estación Solís, va hendiendo coluviones pedregosos de edad cretácea, brechas
y también conglomerados antiguos de La California y más modernos, plio-pleistocénicos
y actuales (CONEAT 9.8-9.9).
Un valle que
supo tener una alta productividad y pujante población inmigrante, con alto
costo de degradación bajo horticultura remolachera.
Hoy día más pecuaria, supo
sostener algunos emprendimientos frutícolas, como los de Salus y del regadío de
Aguas Blancas.
Presenta suelos de lomadas del cuaternario, surcado por
corrientes de agua con márgenes donde afloran cantos rodados pliocénicos,
provenientes de la erosión de la sierra.
Discontinuidad: sedimentos gruesos sobre roca original
Contra el
mar, se explaya en un humedal salino, que muestra como el océano supo estar al
nivel de Ruta 8, rodeado de las suaves lomadas de Gregorio Aznárez y Capilla
Cella.
Al centro de
la región, el Santa Lucía penetra la sierra en Arequita, previo Paso Roldán,
con sus afluentes, Campanero y Del Soldado, este último con su leyenda de oro,
sostenida por el lavando gravillas de los gambusinos.
Las cimas de
la sierra, denudadas y por lo tanto con suelos incipientes y más rocosas,
aportan, ladera abajo, materiales cada vez más finos, menos rocosos, generando
suelos cada vez más profundos.
Esta
secuencia coluvial fundamenta la secuencia CONEAT: 2.10--2.11b--211.a—2.12--2.21-22,
basada en conceptos netamente geomorfológicos y no en la frecuencia de la
rocosidad. Los coluviones más bajos, planos en Aguas Blancas o disectados en
lomadas de los 2.21-22, más finos, suelen ser sódicos como lógico resultado de
la geoquímica del paisaje.
En
concavidades de la sierra, donde nacen las vías de drenaje, suelen observarse
discontinuidades litológicas, con suelos que perdieron el horizonte superficial
y presenta niveles gravillo-cascajosos sobre el antiguo Bt o el sustrato rocoso.
Según Danilo Antón, que también supo mostrarnos antiguos aluviones en las altas
planas del sistema serrano, estos sedimentos gruesos de poco espesor, serían
pliocénicos.
Esta
secuencia geomorfológica se repite al oeste de Zona 5, a partir de las antiguas
montañas, como las de las sierras de Tía Josefa- Guaycurú y Ojosmín.
El divorcio
de aguas entre el Santa Lucía y el Solís, recorrido por Ruta 12, es estrecho, alimentando la
idea de una posible captación, desviando el flujo de la cueca alta del primero
hacia el segundo.
Es el área
de las tierras productivas de Villa del Rosario, Ortiz y el oeste de Arequita,
sobre suelos fértiles de sedimentos cuaternarios con la presencia y aportes de rocas
efusivas, las que en los alrededores de Ombúes de Bentancur “fritan” el
cretáceo subyacente, área donde también afloran rocas granitoides.
En Zona 2,
los valles encerrados presentan en general las mismas secuencias
geomorfológicas, variando sus suelos según las variaciones litológicas.
Pudimos
comprobar este hecho al recorrer el Valle Aiguá con motivo de la Carta al
Millón, observando, en él sedimentos cretáceos, lo que nos llevó a darle esa
denominación a nuestro valle.
Por muchos
años esta región nos atrajo y volvíamos a ella, en función del desafío que nos
ofrecía. En Lavalleja-Florida-Maldonado, trabajamos del mismo modo de lo que se pudo representar al 100 mil
en Canelones y Montevideo.
Lamentablemente sólo quedaron mapas sobre las fotos 40.000, en correcciones al CONEAT y con la caracterización de algunas Series, como Aguas Blancas, Gordillo, Ortiz, Villa del Rosario, Estación Solís, Paso Fabini, Arequita, Arroyo Gaetán, Arroyo Curupí, Ombúes de Bentancur.
Lamentablemente sólo quedaron mapas sobre las fotos 40.000, en correcciones al CONEAT y con la caracterización de algunas Series, como Aguas Blancas, Gordillo, Ortiz, Villa del Rosario, Estación Solís, Paso Fabini, Arequita, Arroyo Gaetán, Arroyo Curupí, Ombúes de Bentancur.
Arequita y su glacis selvático
Relacionado a esta temática, con la siempre invalorable ayuda de Jackeline Perdomo, presentamos la siguiente Power Point en setiembre del 2006.
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