Al iniciar este Blog, manifestamos la intención de recordar
viejos documentos. En este caso, en uno elaborado hace unos 30 años, con
realidades y tecnologías diferentes, buscamos ver cómo evolucionaron los
conceptos generales del tema y también nuestra actual apreciación de los
mismos.
En los últimos 20 años del siglo pasado, estaba
irrumpiendo en la temática relacionada al uso de la tierra, el desarrollo que
venía teniendo la forestación, de la mano de los estímulos financieros para
tierras de “Prioridad”.
En “Bosques y Cultivos Forestales” escribimos:
En la Evaluación de Tierras, cuando tratamos
de clasificar los tipos de utilización relativos a la producción vegetal en la actividad
primaria, definimos:
a)
Los cultivos, o sea aquellas actividades en
las que la instalación de las plantas de un ciclo productivo, se hace
periódicamente, destruyendo la cobertura vegetal espontánea, físicamente en los
laboreos tradicionales o químicamente, con herbicidas, en el laboreo mínimo. Aquí se incluyen desde los continuos bajo
horticultura, la cerealicultura tradicional, las forrajeras que se instalan
cada 2 hasta 10 años y la fruticultura.
b)
Las pasturas, donde la vegetación herbácea,
espontánea y perenne, es manejada en base al pastoreo y el mejoramiento de su
composición, pero nunca dejando suelo al descubierto. Son nuestros campos,
naturales o regenerados, a veces asociado a leñosas en los “parques” y algunos
matorrales.
c)
Los bosques, con vegetación leñosa densa y
perenne, espontánea o instalada por el hombre, monoespecífica o no, productora
de madera y/o de efectos ambientales y fauna. Su instalación puede o no ser con destrucción
de la vegetación existente, pero después el suelo está permanentemente cubierto
por sotobosque y mantillo. Este sistema presenta
“piso forestal”, en el que además de las plantas umbrófilas y residuos existe
un sistema biótico en el que son fundamentales la fauna xilófaga y los hongos,
particularmente las micorrizas, para asegurar la producción sostenida y la
regeneración natural. Son nuestras
selvas fluviales, algunos bosques serranos naturales. En el caso de los
artificiales lo más frecuente son los eucaliptales regenerados por rebrote y el
pino marítimo con resiembra natural.
Este esquema tradicional ha cambiado en los
últimos tiempos. La siembra directa con
mínimo laboreo, está permitiendo una expansión de los cultivos y el
mejoramiento de pasturas hacia tierras que no tenían esa capacidad. La
expansión forestal y la demanda de resultados productivos elevados a corto
plazo, ha llevado a no desarrollar bosques sino cultivos forestales.
Así, hoy día, las instalaciones forestales se
hacen con roturación superficial, subsolado, fertilización y cultivando a nivel
como forma de reducir la erosión y aumentar la disponibilidad de agua. Se
utilizan para ello tierras que la edafología tradicional consideraba no arables.
También se busca una composición muy
homogénea, con excelencia de plantas y tendencia a utilizar clones. Se planifica protección vegetal
fito-entomológica y se piensa en regar. El sotobosque y piso forestal es
reducido a veces por pastoreo, con el objetivo de reducir los riesgos y limpiar
el cultivo de “competencias”.
En esos cultivos forestales no hay resiembra
natural ni manejo del rebrotado, sino que se replanta cada vez que decae la
producción o las innovaciones tecnológicas permiten mejorar los rendimientos o
las tendencias del mercado exigen productos diferentes. Esos cambios, cando suceden con cepas poco
desarrolladas, celulósicas y poco lignificadas, permiten una rápida
biodegradación del tocón, facilitando plantaciones posteriores.
En resumen, existe un paralelismo muy grande
de procedimientos entre la producción forestal actual y la tradicional de los
cultivos, lo que permite emitir algunas reflexiones a manera de conclusión:
-
Los cultivos forestales al producir de esta
forma deben asumir los riesgos de degradación de la tierra. Mientras que el
bosque, al igual que la pradera, asegura la máxima conservación.
-
Habrá que investigar, como se sustituye en
este tipo de cultivo al piso forestal, a efectos de asegurar la fuente de nutrientes,
fundamentalmente nitrógeno, para la producción y la construcción de suelo.
-
Para muchas de nuestras tierras cultivables,
puede pensarse más que nunca en sistemas de producción agro-silvo-pastoriles,
en los que puede existir una rotación de cultivos que incluya a las leñosas.
-
Esto cambiaría las perspectivas respecto al
ordenamiento territorial y la competencia por el uso de la tierra, pensando en
base a la rentabilidad y la sustentabilidad de los sistemas y por consiguiente
haría necesario adecuar nuestra reglamentación en lo que tiene que ver con la
promoción forestal y la conservación de suelos y aguas.
En el 2019 confirmamos lo expuesto, anotando:
-
Cada
vez son menos los bosques, estando por suerte bastante protegidos los naturales
por el marco legal.
-
Los
artificiales siguen siendo explotados en la forma tradicional, a matarrasa y rebrotado
los eucaliptus y raleo selectivo los pinos. En muchos casos, la existencia de
máquinas de destoconado, ha permitido reciclar la tierra a otro uso. Lo hemos
observado en algún caso, como en rodales de eucaliptos de la ex FANAPEL.
-
A
nuestro entender si bien el agro-silvo-pastoreo parece remoto, el silvopastoreo
tiene gran potencial, apoyado en el uso adecuado de la tierra según su aptitud y
en investigación, por ejemplo, respecto a especies forrajeras umbrofilas que se
asocien al permisivo globulus.
-
En
las nuevas plantaciones hemos observado poco desarrollo de medidas para mejorar
la economía del agua.
-
Son
escasos los bosques artificiales mixtos, en los que se desarrolla en plenitud
la silvicultura, haciendo sostenible la producción, la regeneración y los
buenos efectos ambientales. En esta condición podría citar el Campamento Artigas en Colonia y el Arboretum
Lussich de Maldonado.
- Se
consolida la posibilidad de volver del cultivo forestal al agro-pastoril,
facilitado por la alta resiliencia de nuestras pasturas. Si se termina el negocio de la celulosa, podemos volver al trigo, la leche y la carne.
Con la agro-ecología será interesante pensar en incorporar leñosas frutales al bosque.
Con la agro-ecología será interesante pensar en incorporar leñosas frutales al bosque.
Comentarios
Publicar un comentario