Para cualquier tipo de relevamiento de suelos, flora o
geología, al estar relativamente inmóviles los sitios que se describen,
analizan y clasifican para incorporarlos a un mapa, el muestreo por transectas
siempre nos pareció muy adecuado
.
La base del mismo es atravesar linealmente las áreas de
mayor variabilidad del universo evaluado, las que fueron establecidas como
Unidades de Mapeo.
Otra alternativa, la de describir un espacio localizando parcelas,
ya sea poliédricas o circulares, puede ser adecuada en algunas circunstancias,
aunque son más onerosas en tiempo y costos.
Otros procedimientos, incluso el azar, serían aplicables
cuando los elementos son móviles, como son la fauna, los recursos hídricos, la
meteorología y el uso de la tierra. Aunque también en estos casos, puede estar
presente el criterio de “transectas” a efectos de organizar el levantamiento de
la información.
En nuestros relevamientos nacionales o regionales, la
mayoría de las veces se recurrió a la comodidad de utilizar la caminería, lo
que por lo general en pocas oportunidades atraviesa áreas variables.
Por el contrario, en la cartografía predial detallada,
siempre hemos caracterizado los suelos en catenas, o sea en sus secuencias
transversales al relieve.
En el mapeo de suelos al 100.000 (básico para CONEAT), raramente
se caracterizaron suelos con esa metodología. Si bien se sabía que describir
catenas de suelos, o sea en transectas del paisaje, era deseable, los pedones
elegidos para describir y caracterizar se localizaban en sitios
representativos, según las experiencias previas de exploración (fotointerpretación
y chequeo de campo).
En la Metodología y Pautas del 100.000 se recomienda esa
metodología, aunque en Canelones- Montevideo sólo recordamos haberla cumplido
en la Escuela de Enología del Colorado y en Santa Rosa (con motivo de la tesis
Ponce de León-Capurro). Sí se consideraron mapeos previos detallados prediales
(método parcelario).
También se recomendó realizar la verificación de la
fidelidad del mapeo, observando 100 pedones en una secuencia de 10 km, lo que
nunca se realizó, al igual que lo que consideraríamos mejor: transectas más o menos largas (según la
variabilidad), con un ancho de 100 m para darle amplitud espacial.
En los inicios del relevamiento del Cristalino,
Christopher Hatten estudió catenas que permitieron desentrañar la relación
entre los suelos, la geomorfología superficial y aún la cobertura vegetal y así
poder avanzar en el mapeo.
Otras catenas se estudiaron en el trabajo Geoquímica del
Paisaje, liderado por Luis de León, en el Cristalino, la Formación Migues y en
sedimentos cuaternarios en San Carlos.
En los estudios relacionados con evaluación florística la
mayor demostración de este procedimiento fueron los relevamientos florísticos
realizados por Hugo May, utilizando el método de la aguja para determinar
frecuencia de especies pratenses, mantillo y suelo desnudo.
En las cárcavas de Chamizo (San José), San Carlos, San Jacinto
consistió en atravesar la cárcava con una cuerda de 20 metros marcada cada 20
cm, puntos desde los que se hacía llegar hasta el suelo, una aguja de tejer
(unos 40 cm), anotando las especies que contactaba, así como las
características de la superficie. Sin característica
de transecta, el método se adaptó para evaluar parcelas circulares, utilizando
en lugar de cuerda, un caño plástico de 1cm, dándole formato circular.
En el estudio de la vegetación leñosa en el valle del Río
Uruguay (Boletín Técnico N° 9 de la DSA- Relevamiento Edafodasológico), con
Daniel Panario, iniciamos pretendiendo cuantificar una parcela, lo que resultó
lento y de dudosa validez espacial, por lo que se continuó clasificando
especies y estimando frecuencia, a lo largo de transectas desde la parte alta
(Parque) hasta la Selva Fluvial ribereña.
En un estudio de calidad de sitio para Eucalyptus
globulus realizado por la Facultad de Agronomía (FPTA), describimos pedones (en
cuyo Sitio se hizo una evaluación dasométrica), a lo largo de transectas del
paisaje (Catena).
En las evaluaciones de conservación de suelos, con el
objetivo de determinar diferentes prácticas y riesgos, así como faltas al marco
legal, nunca utilizamos el método, recorriendo en cambio la caminería. En una
ocasión por sorteo, las chacras del Departamento de Colonia).
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