Después, acompañé se reconstrucción, evitando pisarlas, admirando su resistencia, viendo sus variados caminos a través del trozo de pradera que las mantiene.
Para el otoño, parecería que prefieren circular por los cordones de hormigón y otras colonias se apropiaron de casi todos los arbustos. No se atreven a abandonar la isla.
Al iniciarse el 2021, la seca amarilló la isla y un
par de arbustos se secaron.
Las hormigas en su nicho subterráneo, esperan, apareciendo
esporádicamente en superficie,
Aguantan, intuyendo que cada día la naturaleza biológica y mineral
parecen desafiar a los humanos, encerrados en su propia naturaleza biológica,
condicionados por el egoísmo y el acaparamiento de riqueza, dejándose sin
espacio para vivir en armonía con el resto de los seres vivos.
Retrocediendo con el colonialismo aferrado a tierras y
mercados, comida gourmet o chatarra excesiva en algunas sociedades, hambrunas
en otras, mantenimiento de la industria de la guerra y los vicios y de las
tecnologías innecesarias que abruman cerebros jóvenes. La política y la ciencia
como un ejercicio de vanidad y continuismo al servicio, a veces sin darnos
cuenta, de los mercaderes.
Ante esto, aparecen excusas que mimetizan los problemas,
tales como el Cambio Climático y La Pandemia, propios de la Naturaleza desde
que existe.
Nada más natural que la mutación de un ser vivo, buscando
sitios favorables para vivir. Nada más inexplicable que algo tan
insignificante, mínima expresión de un genoma, ponga en jaque a la humanidad,
que pretende conocer el universo, colisiona átomos, manipula la genética.
Será este un mensaje para entender nuestra insignificancia.?
En el verano20-21, la seca dejó pastos amarillos y arbustos secos. Las hormigas circulaban por la acera, como si la isla estuviese tóxica. Despues mermaron y muy pocas deambulaban , hasta desaparecer.
A los márgenes del Bulevard el panorama era diferente, con gran actividad sobre pasturas verdes.
La isla se adornó con nuevos arbustos y espera una nueva colonización.
Siempre esperamos un resurgimiento de la vida, Al final de marzo una solitaria podría ser un último vestigio o una exploradora.
Mientras tanto, en la vecindad, una semilla de manzano germinó en octubre, creció un centímetro por día y hoy es una robusta planta de dos metros. Ejemplos de la sorprendente naturaleza, como aquél duraznero que por más de diez años generó no más de tres frutos y el pasado año, cuando falleció quien lo había sembrado, se pobló con treinta dulces esferas doradas.
Con los primeros frios, sólo alguna hormiga, de las muy pequeñas coloradas crean alguna fila.
Con la primavera, siguen ausentes las hormigas en la isla, aunque prospean en el entorno.
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