La cobertura vegetal tiene estrecha relación
con el suelo, ya que es uno de los factores de su génesis y en contraparte,
condiciona el desarrollo de las plantas que lo habitan.
En ese sentido, consideramos como la mejor
definición de suelo, “el espacio mineral donde arraigan las plantas”.
En términos generales, se puede afirmar que
los suelos más fértiles favorecen a las plantas con baja relación C/N, las que
a su vez con sus residuos le mantienen la fertilidad. Es el caso de las leguminosas
en general y gramíneas como las Festucas, favorecidas por un pH casi neutro y
fuerte enlace arcilla-calcio, donde pueden desarrollarse los microorganismos
simbióticos.
Por el contrario, las de alta relación como
las coníferas, o extremas como las saxifragáceas, tienden a mantener suelos
pobres y ácidos que las favorecen, tanto en la competencia con otras plantas,
como en un mejor desarrollo de sus micorrizas.
La composición de la cobertura vegetal se
debe a una multiplicidad de factores, relacionados con las características del
suelo, geología, geoformas, clima- microclima y los procesos migratorios y de
la afectación por la fauna y el hombre.
En el ámbito edáfico, actúa la interacción
entre las condiciones de oxidación-reducción, las variaciones de pH y algunas
condicionantes químicas, como la presencia de algunos elementos: calcio, sodio,
hierro y hasta el cobre, relacionado al Margiricarpus.
En este espacio, pretendemos dejar constancia
de los aportes de nuestra Dirección de Suelos al conocimiento de esta
interrelación, modesta sin duda, en relación a lo que son las ciencias
fitogeográficas.
En el proceso del Relevamiento de Suelos,
toda caracterización a nivel de Pedón, hasta cartográfica a nivel de Unidades o
Sistemas de Tierra, exige describir la composición botánica del Sitio y las comunidades
vegetales de la Unidad de Mapeo, así como una evaluación de la cobertura del
suelo.
En nuestro trabajo, las planillas de
descripción contemplaban este aspecto, que fue considerado con mayor o menor
detalle, según el conocimiento botánico del mapeador. Hubo una tendencia en
mencionar las especies “indicadoras”, como los cardos, Baccharis, Oxalis,
gramíneas importantes como los Paspalum, leguminosas pratenses y leñosas,
halófilas, hidrófilas, etc.
Siempre se consideró la frecuencia de raíces
y la profundidad a la que colonizan el suelo.
La fauna sólo fue descrita si afecta al suelo
mismo, como es el caso de lombrices, hormigas, mamíferos excavadores, etc.
El tema florístico nunca fue apoyado con interés
por las diferentes Direcciones de la DSA, a pesar de lo cual pudimos hacer
aportes en ese sentido, gracias al empuje vocacional, en particular por parte
de Hugo May, Daniel Panario y Eduardo Di Landro.
Se llevaron adelante estudios en la Pradera,
que se sumaron a lo realizado en el monte indígena del alto valle del Río
Uruguay, el que analizamos en nuestro documento del 1 de agosto del 2017.
En Palleros, May y Di Landro evaluaron la
evolución de la Pradera, estudiada por Bernardo Rosengurtt en sus “Contribuciones”,
casi 50 años después.
En el Boletín Técnico N°13 de la DSA,
“Contribución de los Estudios Edafológicos al Conocimiento de la Vegetación en
la R.O.U.”, editado en 1994, la excelente relación que el reconocido botánico
tenía con May, permitió que confiara en publicar “Especies Campestres
Generales”, un listado informando del hábito ecológico y frecuencia de varias
especies.
Anecdóticamente, recordamos la emoción del
Profesor, cuando May le llevó un terrón con pastos a clasificar, que contenía una
gramínea que se creía extinguida en nuestro país.
Ese Boletín, incluyó de Daniel Panario
“Evolución y Tendencia de la Vegetación Nativa Uruguaya” y del mismo autor con
May, un estudio comparativo de una sucesión pratense, en suelo superficial y
profundo de basalto, en exclusión y pastoreo.
Cuando se publicó en 1976 la Carta de Suelos
a escala 1:1Millón, se incluyó la nueva Clasificación de Suelos (Tomo I) y la
descripción de los 99 Sistemas de Tierra (Tomo III), que posteriormente se
complementaría con un Apéndice, caracterizando los principales Pedones.
La idea era agregar al trabajo,
consideraciones de uso y manejo, lo que no se plasmó en una publicación (Tomo
IV), sino que se fue desarrollando con diferentes autores y temas, hasta el
presente: por ejemplo, el Boletín Técnico N°2 de la DSA, de César Alvarez y
Ricardo Cayssials, “Aptitud de Uso Pastoril de los Suelos del Uruguay”.
Tampoco se publicó lo relativo a las pautas
utilizadas en Geología, Geomorfología, Clima, Vegetación y Uso de la Tierra (Tomo
II).
Alguno de esos temas los continuó
desarrollando Panario en Epigénesis de la Facultad de Ciencias.
Tomé la responsabilidad de enfocar el tema
Vegetación, tratando de definir las diferentes Comunidades Vegetales Naturales
(espontáneas), en un escenario prístino. Esta “Clasificación”, serviría a esa
carta y también a otras, como el 100.000 y cartas prediales.
También se consideró la vegetación espontánea
subseral (en general constituida por
malezas), o sea la que se desarrolla en áreas afectadas significativamente por
el hombre.
Las especies introducidas no fueron
mencionadas dentro de las Comunidades Naturales. Hoy pensamos que algunas se
han instalado irreversiblemente y podrían considerarse espontáneas, como es el
caso de los ligustros, el Cynodon, etc.
Se consultó la documentación existente, las
experiencias propias y fundamentalmente lo que describían los compañeros
mapeadores de suelos.
La
cartografía de suelos, sin proponérselo de antemano, tuvo los recursos que no
tenían los botánicos, para tener un panorama vegetal de todo el territorio
nacional y relacionarlo a los suelos.
Sin una metodología convencional, pudimos
armar una pauta y confeccionar un mapa esquemático de la vegetación del país.
Se trató de respetar toda la nomenclatura
preexistente y preferimos el término Selva Fluvial (Fluvisilvae de
Castellanos-Pérez Moreau), para las comunidades leñosas ribereñas densas con
sotobosque, sin tapiz pratense.
La Selva deja de ser tal y es Parque, cuando
las leñosas bajan su densidad y permiten el tapiz herbáceo.
En casos extremos, la denominación sugerida
de Pradera Arbolada, contempla casos donde en el paisaje herbáceo, son
observables árboles muy aislados, visibles desde cualquier punto.
Para diferenciar los árboles de los arbustos,
característicos del matorral, se utilizó el Esquema de Tipos de Vegetación de
Raunkiaer, donde son arbustos las leñosas con yemas durmientes entre 0.25 y 1
metro del suelo.
RESUMEN DE COMUNIDADES
Se señalan algunas especies o géneros como
referentes de la comunidad.
A PRADERA
1
Estival (Andropogon, Panicum, Paspalum)
2
Invernal -Tipica (Bromus, Phalaris, Poa)
-Espartillal (Stipa)
B PARQUE
1 De
espinilos (espinillar) (Acacia farnesiana)
2 De
algarrobos (algarrobal) (Prosopis)
3 De
palmeras (palmar) (Syagrus)
4 De talas (talar) (Celtis spinosa, Schinus)
5 De
coronillas (Scutia buxifolia, Celtis)
6 De
cina-cina (Parkinsonia aculeata)
7 De
ombúes (Phitolaca dioica)
8
Halófita (Aspidosperma, Trithrinax, Opuntia)
9
Serrano (Lithraea, Schinus, Eupatorium)
C MATORRAL
1 De
chircas (chircal) (Eupatorium, Baccharis)
2
Serrano (Colletia, Lantana, Azara, Cereus)
D MONTES SERRANOS
(leñosas,
densas, de grutas, escarpas y abras) (Rapanea, Feijoa, Myrceugenia, Schinus,
Adiantum, Woodsia, Mimosa, Adiantum)
E SELVA FLUVIAL
1Tipica (Ocotea, Maytenus, Sesbania, Pouteria,
Allophylus, Iodina, Rapanea)
2
Con influencia subtropical (Inga, Guadua,
Tabebuia, Peltophorum, Ficus)
· F COMUNIDADES HIDRÓFILAS
1Uliginosas
Pajonales-(Panicum, Andropogon,Erianthus,
Cortaderia)
Cardillales-(Eryngium)
Matorrales-(Baccharis, Hibiscus, Buddleja,
Sesbania, Vernonia,
Croton)
Herbazales: Sucio(Echinochloa, Polygonum,
Oenothera,
Vernonia)
Limpio(Stenotaphrum,
Agropyron,
Cyperus,
Eragrostis)
2
Paludosas
Heliófilo (Polygonum, Rumex, Canna),
Juncales(Scirpus), Totorales (Typha),
De ciperáceas (Scirpus), De espadañas
(Zizaniopsis), De sarandíes(Phyllanthus, Cephalanthus), Ceibal (Erythrina),
Duraznillal (Solanum), Sauzal (Salix), Herbazal (Carex, Cuphea, Cyperus,
Polygonum) y Caraguatal (Eryngium).
3
Paludoso campestres (Cardamine,
Hydrocotyle, Ranunculus, Lilaea)
4 De
alta turbera (Sphagnum, Azolla, Lemna,
Riccia,
Salvinia, Ricchiocarpus.
5
Acuáticas (Potamogetum,Utricularia, Egeria)
G COMUNIDADES PSAMOFILAS
1 De
duna móvil y semi móvil (Pannicum
Racemosum, Briza erecta, Poa lanuginosa).
2 De
dunas fijas y semifijas (Conyza blakei,
Senecio crassiflorus, Andropogon sellowianus,
Phaseolus psammodes)
3
Uliginosas (Drossera, Eleocharis, Habenaria,
Cyperus, Hydrocotyle)
4 Matorral
(Dodonaea viscosa)
H COMUNIDADES LITÓFILAS
(Margyricarpus, Vulpia, Aristida, Dichondra,
Líquenes, musgo)
I COMUNIDADES HALÓFILAS
1
Paludosas -Hunquillares (juncus)
-De Espartinas(Spartina
y
Salicornia)
2
Uliginosas (Distichlis, Atriplex)
3
Psamófilas (Cakile, Calystegia)
J COMUNIDADES SUBSERALES
(
campos degradados, bajo cultivos, caminos y
alambrados,
paraderos de ganado, poblaciones).
(Cynodon, Baccharis, Ammi, Artemisia, Xantium,
Digitaria, Nicotiana, Anthemis, Datura,
Ligustrum, Xanthium).
En la publicación se presenta un listado más
completo de cada una de estas Comunidades, donde se mencionan las especies, de
acuerdo a nuestras observaciones y a los autores consultados: Arrarte y Wit,
Cabrera, Castellanos y Pérez Moreau, Chebataroff, Del Puerto, Gallinal,
Lombardo, Parodi, Rosengurtt, Spangemberg, FAO- UNESCO-OEA.
Esta Carta Esquemática tiene un fuerte componente en lo relativo
a la estacionalidad de la Pradera, ha sido referencia de varios documentos,
entre ellos un link de Santillana en Google y Jorge Cravino en el tema avifauna, etc.
Con Hugo May en los 80, planteamos secuencias
en relictos de campos naturales de algunas Suelos (Series) de Canelones,
amojonándolas con la idea de hacer inventarios florísticos a lo largo del
tiempo. Un proyecto inconcluso, del que solo existen datos de archivo.
También con May, en los 90, realizamos con la
misma metodología de la aguja, secuencias lineales determinando la frecuencia
de las especies y de suelo desnudo, en cárcavas, con la finalidad de entender
los procesos colonizadores buscando su recuperación.
Esto
en el marco del Proyecto 41 de PRENADER “Seguimiento de Evolución de Cárcavas y
Métodos de Control”, cuyas líneas principales de investigación, además de la
Carta Nacional de la Erosión Antrópica” y estudios de la evolución del proceso,
se realizaron experimentos para conocer los efectos de la exclusión al
pastoreo, evaluación de plantas colonizadoras, dinámica del Nitrógeno y del perfil
hídrico.
Se publicó una caracterización del fenómeno y
recomendaciones para el control mecánico, quedando el aspecto biológico
informado solamente en los “Avances”.
May elaboró una lista de especies pratenses de
este ambiente de suelos degradados y su entorno regenerado.
Quedó mucha
información en los archivos y también algunas conclusiones:
## En un suelo muy degradado, en Chamizo, San
José, la exclusión al pastoreo por 50 años permitió recuperar una Pradera
llevándola a una condición prístina, parecida a la estudiada en Palleros.
## Estudiado el universo de datos, Juan
Burgueño concluyó que “los mayores valores de especies de productividad media
se dan en cárcavas superficiales y en las profundas las de productividad media
a baja, además de mayor presencia de pastos tiernos a ordinarios y ordinarios
en las profundas, asociados a especies estivales de apetecibilidad joven.
#Un experimento en micro parcelas en 4
bloques, de riego y fertilización, mostró:
- que la suma riego-fertilización produce 3
veces más kg de materia seca/há/día en el campo natural regenerado cuando tiene
una exclusión previa al pastoreo (14.0 frente a 4.2 kg).
- que el riego sin fertilización incrementa la
materia seca en el pastoreado y no en el excluido y la fertilización seca da
mayor resultado en el excluido (7.7 frente a 1.7).
El riego fué mínimo(7mm)
El riego fué mínimo(7mm)
#Se comparó el aporte nitrogenado de varias
fuentes, sobre el campo regenerado, en otro experimento también en micro
parcelas
Esto complementó algunas observaciones, por
ejemplo la constatación que los nitratos se incrementan hasta 5 veces en un
monte quemado en relación a la pradera y el ato nivel de ese elemento en el
horizonte O1 del monte indígena y también en el piso de los silos.
En cuanto a la evaluación de especies con la
finalidad de colonizar los taludes de cárcavas, las más promisorias fueron los
Lotus, las Festucas y de las nativas Adesmia y Paspalum quadrifarium.
Parcela experimental circular con Lotus Rincón
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