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Mostrando entradas de junio, 2017

Puerto de Bocas de Cufré "Ser o No Ser"

El que suscribe siente la obligación de opinar, ante el hecho de comprobar que existen presiones ejercidas en un solo sentido: demoler la escollera de Bocas del Cufre, obra inicial de un puerto de yates. Sustento esta obligación al haber pensado este tema desde una posición ventajosa, por haber trabajado 45 años cartografiando suelos (CONEAT), tarea que nos obligó a estudiar y comprender como se construye el relieve terrestre(geomorfología), ciencia muchas veces vinculada a fenómenos costeros y fluviales. Pero por, sobre todo, el haber caminado, en los últimos 25 años, con frecuencia casi semanal, la costa al Oeste de la escollera. Habito una de las primeras viviendas al Oeste de la misma, a 50 metros del mar y no tengo preocupaciones relacionadas a desastres naturales. En ese lapso hemos observado: 1) Que la escollera efectivamente provocó una fuerte erosión costera a lo largo de los primeros 1400 metros al Oeste de la misma, haciendo retroceder la costa a un ritmo no me

Los Árboles y San José

En esta región del mundo, una casi llanura poblada de pastos, los árboles y arbustos leñosos prosperan aislados en las planicies cercanas a ríos, arroyos y cañadas y se hacen selva marginal en el aluvión profundo del margen. Desde el desarrollo industrial en la segunda mitad del siglo XIX, su explotación para alimentar las máquinas a vapor los fue degradando en forma creciente, desde Montevideo hacia todos los puntos cardinales.  En el caso del curso medio y bajo del Rio San José, ganó la contaminación con ligustro, sembrado por los pájaros, junto a otras invasoras. El abrigo de las rocas en las sierras y las escarpas también los sostienen, sobreviviendo las quemas y la tala. Si tenemos posibilidad de observar fotos del paisaje uruguayo a principios del siglo pasado, sorprende la falta del arbolado que hoy estamos acostumbrados. Es que en el siglo pasado crecieron los montes, principalmente de eucaliptus, de geometría angulosa, proveedores de leña, abrigo y sombra para el ganad

ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO A LAS INUNDACIONES DEL RÍO SAN JOSÉ

El desborde de los cursos de agua es un hecho normal, donde el hombre, como primera medida, debe mantener sin poblaciones las tierras afectadas; especialmente en nuestro país, donde sobra tierra.  La misma consideración debería tenerse para los sitios mal drenados. Hilando más fino, también se podría condicionar el uso para construcciones en suelos expansibles. Para entender cómo se desarrolla una inundación, se debe conocer el funcionamiento de la cuenca del curso de agua, que es un sistema donde interrelacionan clima, geología, geo formas o sea relieve, suelo, vegetación y fauna, condicionados por la utilización que realiza el ser humano. El hombre no puede condicionar el clima ni la geología. Puede actuar sobre el resto del sistema, a efectos que el flujo de agua en la cuenca se enlentezca y así reducir los desbordes cuando las grandes lluvias y los estiajes durante las sequías. O sea, que el suelo y su cobertura, actúen como una esponja. Con esto también conservamos el suelo