El que suscribe siente la obligación de opinar, ante el hecho de comprobar que existen presiones ejercidas en un solo sentido: demoler la escollera de Bocas del Cufre, obra inicial de un puerto de yates. Sustento esta obligación al haber pensado este tema desde una posición ventajosa, por haber trabajado 45 años cartografiando suelos (CONEAT), tarea que nos obligó a estudiar y comprender como se construye el relieve terrestre(geomorfología), ciencia muchas veces vinculada a fenómenos costeros y fluviales. Pero por, sobre todo, el haber caminado, en los últimos 25 años, con frecuencia casi semanal, la costa al Oeste de la escollera. Habito una de las primeras viviendas al Oeste de la misma, a 50 metros del mar y no tengo preocupaciones relacionadas a desastres naturales. En ese lapso hemos observado: 1) Que la escollera efectivamente provocó una fuerte erosión costera a lo largo de los primeros 1400 metros al Oeste de la misma, haciendo retroceder la costa a un ritmo no me...