Una de las mayores ventajas comparativas de nuestro país, es la diversidad de sitios para desarrollar una gran variedad de producción primaria, amoldándose al potencial natural de su suelo y clima y así sostener nuestra sociedad, brindándole soberanía alimentaria, seguridad laboral y rentabilidad. En este sentido, la propuesta de la CIDE de principios de los 60, derivaría en el conocimiento total de nuestros suelos (CONEAT) y más tarde en el Ordenamiento Territorial Forestal. En base a estos estudios, se debería privilegiar el desarrollo de este rubro para el noreste del país, además de otras áreas que se sumarían, allí donde la agricultura dejara de ser competitiva, debido a la naturaleza pobre del suelo o su degradación. Más tarde, coincidente con la decadencia de la producción lanera, se sumaría la serranía. La planta procesadora de Paso de los Toros sigue esa lógica, no tanto las del litoral, que tal vez pensaron traer madera de Argentina y que hoy deben aumentar su rad...