Para los modelos de predicción de pérdidas de suelo por erosión hídrica, los bosques se reconocen como la protección más eficiente. Esto se justifica dado que este ecosistema interpone a la lluvia varios niveles de contención: árboles dominantes y codominantes, suprimidos, sotobosque leñoso y herbáceo y horizontes de acumulación de residuos sobre el suelo. Tienen un componente muy variado en especies, con regeneración natural y por lo tanto disetáneos. Esta es la estructura de las selvas desarrolladas en climas húmedos tropicales y subtropicales y de nuestros montes marginales, sobre suelos con alta capacidad de almacenaje de agua. En climas más fríos, los bosques naturales pierden diversidad y la lluvia es interceptada por el alto dosel, herbáceas bajas y acumulación de residuos. Corresponden a este tipo de bosque los de coníferas en latitudes más boreales y australes y los de latifoliadas meridionales. Son raras las forestaciones artificiales con estas características...