Hace 40 años, eran muy pocas las calles de San José de Mayo que tenían arbolado. Muy notorios los plátanos y las palmeras de Yaguarón, acompañados en espacios abiertos por una gran diversidad de especies. Con el entusiasmo del retorno a la democracia, a mediados de los 80 hubo un reencuentro institucional con la efímera CONAPRO y con ella variadas propuestas, entre ellas la impulsada por Malán, edil de la Unión Cívica, tendiente a impulsar la plantación de árboles. Invitado a participar en alguna reunión, al ser en aquel momento el agrónomo local de orientación forestal, pude apoyar al entusiasta y laborioso curul, que entre sus objetivos estaba el Vivero Municipal que se concretó en la primera intendencia de Chiruchi. Entre los objetivos del vivero estaba el posible suministro de plantas a productores para montes de abrigo y sombra e impulsar el arbolado de las calles. El fomento de estas plantaciones agrarias nunca se desarrolló, creemos fundamentalmente debido al escas...